domingo, 6 de enero de 2013

Las calles madrileñas

Estas Navidades he visto gente con desnutrición pidiendo en las calles. Se les reconoce por su extrema delgadez, el vientre hinchado, los ojos hinchados con las venas de las cuencas resaltadas sobre un fondo amarillento.

Pero eso no fue lo que más me escandalizó: fue ver la impasividad de la gente a su paso... Supongo que cruzar la acera o girar la cara son ya un escudo de nuestra sociedad para no ver lo palpable: España, nueva cuna de hambre y miseria.

Pero quedan unos pocos, que, como yo, se sintieron indignados, e incluso lloraban por la suerte de esos desconocidos, pues nunca habrían imaginado que volverían a ver estos casos...

Quiero dejar un propósito para este año nuevo, que los que aún tengan un bocata o cualquier alimento de sobra, si ven a alguien con estos síntomas, se lo de. Ellos no pueden esperar a que llegue la salida a la crisis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario